miércoles, marzo 29, 2006

Bosque de Niebla
















En el número 46 de la Revista Coversus, correspondiente a los meses de Diciembre 2005 - Enero 2006, que edita el Instituto Politécnico Nacional podemos encontrar el artículo de Aurelio Colmenero Robles e Imelda Rosas Medina "Riqueza Biológica del Bosque Mesófilo de Montaña"

Interesante artículo que da cuenta de la extraordinaria riqueza en diversidad de especies que albergan los bosques de niebla, tambien se hace notar que es uno de los ecosistemas en mayor riesgo, dada su escasa distribución. El bosque de niebla representa la transición entre bosques tropicales y otros tipos de bosques templados, como los de coníferas y mixtos. Esta zona ecológica suele estar restringida a regiones montañosas, con altitudes que van desde los 400 hasta los 2,700 a 3,100 metros sobre el nivel del mar. Tipicamente sus cotas se encuentran entre 1,100 y 1,500 metros sobre el nivel del mar, en ambas vertientes de la República Mexicana, ya que es allí donde se favorece la condensación de masas de aire saturadas de humedad, formando una niebla persistente con presencia de vapor continua; algunos autores denominan a estas regiones como "archivos climáticos y florísticos", lo cual, aunado a una destacable heterogeneidad estructural, conforman un tipo de vegetación único.

Los autores señalan que el bosque mesófilo de montaña en México, presenta una distribución fragmentada y restrigida a condiciones de alta humedad, por lo que es uno de los ecosistemas con mayor riesgo de desaparecer porque solo cubre, en la actualidad, unos 8,000 kilómetros cuadrados a nivel nacional, está además sujeto a diversas actividades tales como el cultivo del café, soporta una intensa actividad agrícola relacionada con cultivos anuales, explotación maderera y explotación de productos no maderables, entre los que sobresalen las orquídeas, helechos y palmas arbustivas (Chamaedorea). La expansión de los asentamientos rurales y urbanos, la ganadería y la explotación de diversos materiales para construcción de carreteras y de uso habitacional, tambien lo afectan.

A nivel nacional se han ubicado más de 100 localidades con presencia de dicho bosque; los estados con mayor superficie de este tipo son Oaxaca, Chiapas, Hidalgo, Guerrero, Puebla y Colima; en contraparte, los estados de la península de California, Aguascalientes, Chihuahua, Coahuila, Guanajuato, Yucatán y Zacatecas, no cuentan con él. Existen zonas en las cuales el bosque mesófilo de montaña se ha transformado totalmente, tal como sucede en el centro de Veracruz y algunas áreas del estado de Chiapas.


Para el caso de Veracruz, Challenger apunta en su obra Utilización y Conservación de los Ecosistemas Terrestres de México, que ya se destruyó casi por completo el bosque mesófilo de montaña del centro de Veracruz, particularmente en los alrededores de la ciudad de Xalapa donde ha quedado reducido a fragmentos muy pequeños y aislados que se localizan en cañanadas y a lo largo de las márgenes de los ríos (citando a Williams Linera).


En el artículo de referencia es notorio el interés por conscientizar acerca de la enorme riqueza biótica que este tipo de ecosistemas representa, tan sólo en cuanto a especies vegetales, se estima que contiene entre el 10 y 12 por ciento de las especies de plantas vasculares (3,000 aproximadamente) de un total de casi 32,000 para todo el territorio mexicano. Esta diversidad biológica, se distribuye en 450 especies arbóreas, 800 epífitas (principalmente orquídeas, bromelias y aráceas) y alrededor de 500 helechos.


Por lo que hace a fauna, en México y distribuyéndose hasta Centroamérica, el bosque de montaña tiene el segundo lugar en riqueza de especies respecto de los cuatro grupos de vertebrados que alberga (anfibios, reptiles, aves y mamíferos). Particularmente se aprecia un total de 174 especies endémicas, 229 especies residentes y 232 especies que provienen de otros tipos de vegetación, sumando un total de 635.


La causa principal de la gran diversidad de fauna en este bosque, lo constituyen los procesos de aislamiento y especiación vicariante o geográfica, similares a los que han dado como resultado la considerable diversidad florística.


A través de su ensayo los autores comparten con nosotros su preocupación por la enorme importancia que representan estos ecosistemas en la conservación de los recursos bióticos del país y su enorme fragilidad; para el caso de Xalapa y sus alrededores, el acelerado crecimiento urbano aunado a la falta de adecuadas políticas de desarrollo en el rubro, amenazan seriamente los relictos de bosque que aún se resisten a desaparecer enclavados en cañadas y como manchones de vegetación riparia.


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